Presentación
En su taller de escritora, hacia 1880, Soledad Acosta de Samper desarmaba periódicos, cortaba, clasificaba, dibujaba, ordenaba y pegaba. Como si se tratara de un libro de artista, creó un libro-objeto único, un álbum titulado Varias novelas que contiene tres de sus obras escritas y publicadas en la prensa con el seudónimo de Aldebarán ("Una catástrofe: Cuento nacional" (1875), "La vida de dos mujeres: Cuadro íntimo" (1874) y la novela psicológica y de costumbres Una holandesa en América (1876).
Entre 1924 y 1929, cuatro décadas después, en su mesa de trabajo, el historiador Aby Warburg desarrolló un ejercicio similar de recolección y organización de imágenes. Se trata de una "cartografía de la memoria" generada a partir de una selección de imágenes provenientes de libros y periódicos de diferentes ámbitos temáticos. El Atlas Mnemosyne propone un sistema de relaciones no evidentes, aunque sintomáticas, que tienen el propósito de despertar nuevos sentidos y retornos a la memoria cultural. A partir del trabajo de Warburg construimos Un Atlas para Soledad Acosta, consta de cuatro paneles, donde vinculamos las imágenes de paisajes reunidas en su álbum Varias novelas (ca. 1880) partiendo de la conceptualización de "paisaje" explicada por Javier Maderuelo en su libro El paisaje: génesis de un concepto (2005). Según Maderuelo, el uso del término "paisaje" comenzó a extenderse en el siglo XIX y su origen estuvo fuertemente vinculado a la pintura y al concepto de "país".
Así pues, tanto el ejercicio hecho por Soledad Acosta como el presente Atlas pueden entenderse como gestos constructivos y reconstructivos, que ponen en contacto elementos, en principio aislados, para resignificarlos. En esta acción se hace patente el carácter trasnacional y dirigido de la mirada, que, al igual que en "el mundo real", decide qué ver, cómo verlo y en relación con qué. Las relaciones analógicas que en la cotidianidad pueden pasar desapercibidas, en tanto que son normalizadas y asumidas, recobran su intencionalidad y contingencia en los materiales del recorte, en la elección deliberada de las imágenes; en la curaduría del pegamento.
Esta es una invitación para que explore el Atlas a través de los cuatro paneles que lo componen. En el primero de ellos, titulado Libros de artista y de viajes, encontrará diversas imágenes conectadas alrededor de la idea de que el álbum es un paisaje en sí mismo, en su materialidad. A continuación, en el segundo panel, Paisajes de campo y de ciudad, hallará acuarelas, dibujos, bocetos y pinturas que configuran paisajes donde se contrastan los escenarios del campo y la ciudad. En el tercero, podrá navegar por la constelación de Paisajes habitados, es decir, lugares que están siendo vividos por distintos sujetos. Por último, esperamos que se pasee por las ruinas de fotografías y obras de arte en Hacer de las ruinas paisajes, donde se aprecian visiones de la tradición romántica, el pasado colonial y el presente.